lunes, 9 de agosto de 2010

Cañonero 46


















8-8-2010 Springbok-Cape Town

Pepito continúa con pequeños arreglos, el quitasol, los fusibles, espejo retrovisor interior, que se había caído…
Sigue haciendo frío y el cielo esta muy cubierto. Salimos hacia Ciudad del Cabo. Carretera de asfalto impecable. Señalizada y pintada a la perfección.
Zona amplia de altiplano con arbustos que empiezan a florecer. Muchas tonalidades de verde, colinas suaves en el horizonte.
Lluvia y bastante frío. Los pueblos ya son más grandes . Muy limpios y cuidados. Si Namibia parecía Europa esto todavía más.
Puertos, valles verdes, huertas y viñedos. Rebaños de ovejas. Sol y lluvia se intercalan. El tráfico aunque muy escaso ya existe.
Cañonero va bien y sigue con sus misterios, ahora no echa huno, contamos con encontrar las piezas en Ciudad del Cabo. Hoy es Domingo: ideal para estar en movimiento. Un placer circular por la carretera y disfrutar del paisaje.
Boni y Miguel, aunque no lo hayamos comentado regularmente, nos acordamos mucho de vosotros y se os echa de menos.
Vemos un río rodeado de huertas cuidadísimas con casas de madera muy bien pintadas con sus tejados verdes.
Paramos a comer, sacar dinero y compras en Clanwillian.
Inmensos valles entre montañas
Los alrededores de Citrusdale, una inmensa vega con naranjos y limoneros. Calas silvestres y otras muchas flores de colores entre palmeras y pinos. Algunos tramos de pasto verde tapizado de flores amarillas, zonas de brezo silvestre. Sembrados de cereales y algunos invernaderos. Vemos una explotación minera.
A la entrada a Cape town se ve un barrio de chabolas, aquí lo llaman "Township".
Fuimos a una Guest House que Pepe sacó de no se donde, una pareja encantadora de alemanes, la casa era una pasada y también el precio, pero se ocuparon ellos mismos de llamar a un backpackers cercano y de buscarnos habitación, de facilitarnos un mapa y darnos todo tipo de explicaciones.
Estamos en la Ashanti Backpackers, en un dormitorio para ocho personas, pero donde sólo estamos nosotros. Agradable e impecable, en una casa antigua colonial pero con bastante frío, me recuerda a Cádiz en invierno, un frío pelón, pero sin calefacción y con todo abierto como si hubiera 30 grados, menos mal que hay buenos edredones y mantas de sobra.

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