Cañonero 35

29-7-2010 Okahandja-Windhoek

El amanecer, tan helador como la noche. Cielo totalmente despejado, el lugar donde acampamos de día aún más fantástico que de noche.

Camino a la capital ya empezamos a ver huertas, perfectamente organizadas de cultivo industrial. Unos 15 Km. antes de llegar, una autopista en perfecto estado. Una amplia área industrial.

La búsqueda de alojamiento fue un tanto complicada. Llevábamos apuntados alojamientos demasiado caros o que estaban al completo. Al final hicimos reserva para el día siguiente en un backpackers, el “Chameleon”. Más que camping buscábamos habitaciones porque el coche ha empeorado. Ha perdido fuerza y echa un humo que llama la atención hasta en África. Dado que probablemente tenga que pasar días en el taller y teniendo en cuenta que Pepito y Yo dormimos dentro es preciso pernoctar en habitación.

Al final esa primera noche nos alojamos en otro backpackers. Es un clásico de Windhoek, pero que además de habitaciones puedes hacer camping. El coche no iría al taller hasta el día siguiente. El sitio con un exceso de ambiente y el lugar de acampada un patio pequeño que quedó atestado de tiendas de campaña. Mientras Pepito y Sofi se fueron a buscar un taller, los demás nos quedamos con sesión de colada. Tenían lavadoras semi-industriales que por módico precio nos permitieron ponernos al día en la continua pelea de la ropa sucia. Entre lavado y lavado partidita de billar e Internet.

Windohek es una ciudad moderna, salvo la torre del reloj y algunos casas no queda nada de la época de la colonia, pero la construcción actual está bien, limpia y cuidada con tiendas buenas y caras, centros comerciales, sin tráfico pero con muchos taxis a precios muy asequibles y sin pelea (0,80ct. Por persona y trayecto), son compartidos y siempre acceden a cogernos a los cinco, lo que facilita mucho las cosas.

Regresaron contentos, dieron con un taller con muy buena pinta donde el mecánico (creemos que indio, aquí hay un montón de razas y a veces es difícil identificar a la gente) le aseguró después de ver el humo y escuchar el motor, que era problema de los inyectores y que lo llevara al día siguiente. Intentamos llegar dando un paseo desde el centro a un restaurante tipo Carnivore donde se puede comer carne de cebra, gacela, orix… no dimos con él pero conocimos un barrio con unas casas magníficas, era zona de bufetes, estudios de arquitectura, ingenierías, edificios muy bien diseñados y construidos. No dábamos con el sitio y como ya nos habían avisado que nos es conveniente andar por la noche sin coche, cogimos un taxi de vuelta al hotel donde cenamos. El famoso turco, nos comentó que esta ciudad es la más segura del mundo, pero en el backpackers (en el Chameleon) había varios avisos de que no se te ocurriera ir al centro con nada de valor, ni mochilas, ni cámaras, ni bolsos de mano. Como siempre un término medio es lo que más se acerca a la realidad. Según nuestra percepción, no se respira en la calle ambiente de peligrosidad, pero es muy factible que de noche te puedan robar.