viernes, 3 de septiembre de 2010

Cañonero 62













Generalidades sobre Mozambique


Como me pasa en otras muchas ocasiones no consigo tachar un país de mi lista de sitios a los que tengo interés en ir, porque visitándolos como ahora, sólo consigo ponerme los dientes largos y querer ver más.
Han sido muy pocos días y con demasiadas gestiones tediosas que resolver pero me ha servido para asegurarme de que mis intuiciones, unidas a los comentarios de aquellos que lo conocían, no eran erróneas.

Es un páis que promete mucho más de lo que he podido conocer y aún así lo que he visto me compensa con creces el estrés que supuso llegar hasta aquí.
La costa es magnífica, pero además Maputo es una ciudad con encanto, muy diferente a otras muchas africanas que no tienen nada especial ni interesante que ver.
Paisajes, arquitectura, gastronomia y el idioma portugués, ya son suficientes motivos como para sentirse interesado.
Es un país africano a años luz de su vecino sudáfrica y que empieza ahora un tímido despegue económico buscando abrirse al turismo.

Como contrapartida la corrupción y la polícia son un pestiño, pero es también la principal demostración de que estamos en Africa y te da oportunidad para contar anécdotas.
Mozambique parece ser un país donde la gente está a verlas venir, pero siempre suavizado por un clima y un paisaje que hacen la vida más llevadera.

Una de las aficiones que vimos en Maputo es lavar los coches. Gastan un tiempo y una energía enorme en este quehacer, por todos lados, en la playa, en cualquier calle o plaza de Maputo hay montones de gente abrillantando magníficos carros de segunda mano importados de Dubai, aunque todo lo que les rodee sea basura y escombros. Eso si, el coche impoluto.
La gente es amable. Te ayudan si lo pides, pero si no, te dejan tranquilo y no muestran ningún interés por tu persona. Esto es de agradecer.
Lo dicho, Mozambique queda pendiente para otra ocasión en la que tengamos tiempo suficiente.

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