lunes, 20 de septiembre de 2010

Personajes











Personajes:







En muchas ocasiones hay personajes sobre los que me gustaría comentar cosas pero eso haría que me retrasara en el diario y fuera demasiado largo, pero creo que está bien recordarlos. La idea surgió con el que será el primero de la lista.






1-La abominable mujer de las aduanas.



Cuando resolvíamos los papeleos del coche en Arusha, en la oficina de Mr. Novatus apareció. Era una mujer grandona, no solo por la enormidad de su cuerpo, también porque era extremadamente alta. Sin ni siquiera mirarte causaba pavor. Tenía una cara enorme picada de viruela que intentaba disimular con un maquillaje blanco, los labios muy gruesos de color rojo sangre bordeados por una línea negro carbón. La nariz era un pegotón carnoso con dos inmensos agujeros el pelo muy negro y pegado a la cabeza a base de vaselina salvo un flequillo tieso en forma de cresta. Los ojos saltones estaban maquillados con sombras de morado, rojo y verde muy intensos, pero lo peor y lo que realmente le daba un aspecto terrorífico eran sus cejas. Eran azules, pintadas muy por encima de los ojos y con forma de acento circunflejo, le daban tal aspecto que cualquier pobre solicitante de ayuda o información se lo pensaría antes de acudir a ella. Llegamos a la conclusión de que ese era su modelo de cejas para el trabajo, pero era evidente que debería tener otro muy diferente para ir a la disco o simplemente para ir de compras si pretendía que no se vaciaran los locales con su sola presencia.


2- La gordita feliz.
Todo lo contrario al personaje anterior lo encontramos pocos días despues en (Tanzánia)
Era una mujer todavia joven vestida con llamativos colores y que iba balanceando el trasera con paso cadencioso mientras de sus potentes pulmónes salian notas melodiosas de cánticos religiosos que de vez en cuando interrumpia para pararse a charlar o simplemente saludar a algún conocido. Lo curioso es que a nadie le llamaba la atención ese concierto en directo y cada cual seguía haciendo su vida sin inmutarse lo más mínimo.
Quizás caminaramos tras ella unos tres o cuatro cientos metros y cada veinte se paraba en sus salutaciones para inmediatamente seguir su ruta y sus cantos. Imaginamos que tardaría horas en llegar a destino pero era una gloria verla tan oronda y felíz.

3-Un auténtico showman.


En Windhoek, cuando fuimos al partido de fútbol había un animador mientras esperábamos a que comenzara el match.

Armado con un pedazo de micrófono más grande que él, conectado a la megafonía del estadio, contaba chistes y chascarrillos, cantaba, bailaba y se codeaba con todos los personajillos políticos y deportistas que acudían a hacerse la foto.
Lo curioso es que medía aproximadamente metro veinte. Era la miniatura de un adulto y me pareció un tipo digno de admiración, sin el más mínimo complejo, moviéndose en el escenario como pez en el agua y manejando el público a placer.


4-El "Panga Cut"


Javi decidió cortarse el pelo en un sitio bastante peregrino, Khorixas (Namibia) era apenas un pueblecito con una gasolinera, un hotel, un supermercado y algunas casas pero además una pequeña peluquería. Entraron Sofi y él a cotillear pero sin pensar realmente en cortarselo allí . Javi no pudo resistirse ante el menú de cortes que le ofrecían y quedó fascinado ante el "panga cut" (corte a machete) y se decidío. El peluquero oficial empezó a dar vueltas a su alrededor nervioso y sin saber como incarle el diente a esa cabeza, después de mucha cavilación y más vueltas decidió pedir socorro y llamó por teléfono a un colega que tenía maquinilla y experiencia con cabellos intratables.
Al final lo que consiguieron fue pasarle la cortapelos a toda la cabeza por igual dejandole al uno, eso si muy fresquito y además le sirvio para charlar y hacer amigos.



5-El Pequeño Aduanero


En cierta ocasión hablábamos de que es fácil adivinar la profesión que ejercerá un niño cuando sea adulto, se ve en el ademán, en la expresión. En resumidas cuentas, se lleva en la cara.



En la pista de Petauque se acercó a saludarnos un chavalin de unos tres o cuatro años gordito casi sin cuello. Se paró en seco según pasábamos y muy serio con una voz más que ronca, cavernosa nos espeto un "hello" que no correspondía en absoluto a su tamaño; al instante Pepito dijo: "aduanero" y así paso a ser "el pequeño aduanero" personaje que aparecía y en un buen número de nuestras conversaciones. Nos lo imaginábamos detrás de una mesa en un puesto fronterizo con un sello en la mano cara de malas pulgas y puteando al personal.




6- "Winnie" la corrupta.


Al llegar al South Luangwa National Park -Zambia- Luisito y Yo decidimos entrar a ver bichos a pesar de que eran las tres o cuatro de la tarde. Cuando pasamos por la caseta donde se pagan las entradas le dije a la mujer que había allí -Winnie- qué podíamos hacer para abaratar el coste. En teoría debíamos pagar la entrada de día completo para estar un par de horas. Entonces ella contestó con toda naturalidad y con una soltura tremenda: "Me pagas la mitad, no te doy recibo y asunto solucionado". Yo esperaba algún tipo de tarifa especial, de medio día o por horas o algo así, pero ni me lo pensé. Acepté y quedé para repetir la operación al día siguiente con todo el familión.



Por supuesto me dio instrucciones para el caso de que algún inspector nos pidiera los billetes. Había que decir que habíamos entrado muy temprano, cuando no había nadie en la caseta y que pensábamos pagar al salir. La corrupta Winnie lo tenía todo organizado. Esta no era la primera vez que hacía el "truco".

Y así fue cómo entre Winnie y un servidor (esto lo escribe Pepe) protagonizamos un pequeño fraude al gobierno de Zambia.




7-El Gran Aduanero



Pero también tuvimos nuestro "gran aduanero". En la frontera entre Mozambique y Sudáfrica en Lebome, apareció el que parecía el papá de nuestro personaje anterior. Gordo, sin cuello y serio. Revisaba los equipajes y contamos al menos siete cremalleras que murieron en sus manos. Bolsa de viaje que abría, cremallera destrozada. En cuanto la rompía debía de sentirse mal y abandonaba al momento la búsqueda de contrabando. Se tomaba muy en serio su trabajo y tenía gran empeño en pillar productos prohibidos pero tenía que luchar contra sí mismo -patoso de tomo y lomo- ya que al estropear los equipajes parecía sentirse incapaz de seguir con su investigación pensando que la penalización que llevaban sería suficiente.















8-"El risas"



Es el apodo que pusimos a otro de nuestro personajes porque no llegamos a saber su nombre. Estábamos comiendo en Gumare (Botswana) en un pequeño restaurante, había algunos comensales en el local, Javi entró canturreando haciendo un poco el ganso y uno de los clientes, muy alto y guapo y vestido impecablemente tuvo una especie de crisis. Empezó a reírse pero intentando disimular y cuanto más lo intentaba más problemas tenía para calmarse, se giraba mirando hacía la calle y podíamos observar sus hombros arriba y abajo. Pasó a intentar camuflarse tras el periódico sin ningún resultado. Nosotros nos olvidábamos a ratos de él, comíamos el copioso plato que nos sirvieron y seguimos charlando pero de cuando en cuando nos acordábamos volvíamos a echarle una miradita y el pobre continuaba luchando contra esa risa indomable. Llegamos a plantearnos si no sería un problema mental, aunque su aspecto lo desmentía.



Yo solo he tenido dos ataques de risa siendo adulta de ese tipo y realmente le compadecí porque no se puede controlar, pero por otro lado reírse es disfrutar y estos ataques se recuerdan siempre con una sonrisa en los labios.


9-El cazador de mosca Tse-Tse


Ademas de la profesión de ahuyentador hay otras también simpáticas como es la de controlador de la mosca tse-tse. Al sur de Zambia nos pararon en un control, un hombre con una bata blanca impoluta armado con una especie de caza-mariposas pero que en esta ocasión era un caza-mosca tse-tse en una mano y en la otra un spray. De esta guisa y muy serio y a la vez aburrido daba una vuelta al coche, se metía en el interior a la caza y captura del terrible insecto.




10-Tom (El Turco)



El mismo día que conocimos a Miguel y Rhett conocimos al Turco. Nos ha dado muchísimo juego y prácticamente todos los días aparece en nuestras conversaciones.

Acampaba solo a nuestro lado. Un hombre aproximadamente de nuestra quinta, bastante agraciado físicamente, se acercó a preguntarnos si habíamos venido en el coche desde España. Él pretendía ir a Turquía desde Namibia que era donde vivía. Nosotros teníamos información interesante sobre la ruta hacia el norte. Le respondimos brevemente que sí y prácticamente no pudimos abrir la boca en las cerca de tres horas que estuvo con nosotros.

Era casi un superhombre, llevaba 17 años en Namibia, se caso con una Namibia, enviudó; por tanto disponía de dos pasaportes. Hablaba perfectamente 4 o 5 idiomas. Tenía una granja de cabras en Namibia y otra granja (la familiar) en Turquia. Estaba construyéndose un Lodge en el Sur de Namibia. Todos las semillas labradas, de las que más tarde estaba abarrotado el país para vender a los turistas, eran suyas, las confeccionaban niños de una inclusa que el regía. Todo lo relacionado con la exportación de abalorios de cáscara de huevo de avestruz y de gemas semipreciosas también era asunto suyo. Una carpeta de información turística (a la mañana siguiente nos dio una y la verdad es que estaba muy bien) sobre el país, con mapas lugares de interés, por supuesto la había hecho él. Trabajaba en radio y en televisión.

Era entretenido contando las cosas y Sofi y yo le prestábamos atención, Pepito totalmente rabioso. El remate fue la parrilla. Era el primer día que comprábamos carne para hacer a la brasa, Pepito en el genuino estilo "apañao" (Jua Kali) que le caracteriza confeccionó una con uno de sus materiales predilectos “el alambre” (enviamos una foto en su día para que os hicierais una idea). Cuando íbamos a colocarlo sobre las brasas (por supuesto el metió mano porque a nosotros nos salía llama y se notaba nuestra evidente falta de experiencia en la materia) la rechazó ("Quita eso de ahí", dijo) y trajo una suya muy profesional. Al final la carne del “enterao” se quedó seca como el esparto. Pepito cada vez más rabioso decía "menudo payaso", pero por supuesto guardando la compostura.

Habíamos discutido ese mismo día sobre cuales eran las 7 maravillas y a Sofi se le ocurrió preguntarle. Por supuesto no tenía ni idea, como nos pasa a todos, la muralla china, las pirámides.pero de saberse las siete nada de nada, pero el por supuesto se las sabía todas y dos de ellas eran en Turquia.

Por supuesto nos puso al día en lugares que debíamos visitar, campings, comidas, calzado que deberíamos comprar…

y por todo lo anterior dicho, cada día, hay algo que nos hace recordar “como decía el turco” .



11-Steven "El Ahuyentador.


Aunque parezca un título de película de Schwarzenegger, no lo es.

Solo en África puedes encontrar a un tipo que cuando le preguntas a que se dedica te responde que a ahuyentar.


Cuando estas acostado, en el Croc Camp frente al S. Luanga National Park (Zambia) y por la noche escuchas barullo, gritos, golpes metálicos, no se trata de ninguna fiesta ni de que alguien se haya tomado unas copas de más. Te preguntas que qué esta pasando. A la mañana siguiente encuentras la explicación.


Steve te cuenta que su trabajo consiste en pasar la noche en vela para que los elefantes y los hipopótamos no monten un cristo de órdago.

Los elefantes, son más peligrosos en cuanto a los desmanes que ocasionan con los árboles, plantas y mobiliario. A pedradas en la cabeza es como se hacía Steve con los mandos, pero los hipos dan más guerra porque se cuelan en la piscina (que es poco más grande que uno de ellos) y es muy complicado sacarlos de allí. Para evitarlo Steven el Ahuyentador pasa sus noches, haciendo ruidos de cacerolas y gritos de todo tipo.

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