viernes, 30 de julio de 2010

Cañonero 29





23-7-2010 Rundu-Etosha

Emi, como ves estamos en Namibia y podremos contaros cosas a la vuelta para que os animéis.



A las 5,30 Pepito ya bregando, los demás un poco después. Antes de salir hicimos compras, banco y fuimos al Internet del día anterior porque también vendían accesorios. Por casualidad tenía uno que servia pero carísimo. Al final enchufamos el nuestro y funcionaba con lo cual volvimos contentos y sin tener que comprar nada, ahora carga cuando quiere pero me voy defendiendo, el dueño de la tienda fue muy amable.

En la carretera venden objetos de madera muy bonitos, canoas en miniatura, morteros, figuras y cosas hechas con paja, cerámica que me recuerda a la de Mali. El espacio del coche no nos permite compras y menos voluminosas. Venden leña y sandías (resulta raro porque la venta de fruta ha desaparecido casi por completo).

Se mantienen los anchos arcenes -en realidad cunetas- recortados de Bostswana. Grandes hatos de paja, imagino que para los tejados, vacas con cuernos muy largos.

Cada pocos Km. hay una paradas de descanso, mesa, bancos, cubo de basura aprovechando la sombra de un árbol, en uno de ellos paramos a comer algo.

En Grootfontain nos desviamos para ver el meteorito "Hoba". Dicen que es el más grande y pesado del mundo. Pesa 8 toneladas aproximadamente. Está compuesto por un 82% de hierro, 16% de níquel y el resto de otros metales. Su edad estimada es de 80.000 años.

Trás 15 Km de pista en magníficas condiciones llegamos a Tsumeb donde comimos.

A partir de aquí notamos un cambio notable. Una autopista de entrada a la ciudad, césped, palmeras y buganvillas. Eucaliptos inmensos. Todo impecablemente limpio, cuidado y regado. Un parque con flores y césped. Parecía Alemania, incluso una iglesia (anglicana, luterana?). Las casas de muy poca altura cuidadas y mantenidas. Todos los nombres en alemán o afrikaner (no sé la diferencia).

Llegamos a la entrada del parque, Namutoni, sobre las cuatro, íbamos con la ilusión de coger una cabaña, porque hace años era asequible. Por lo que parece las cosas han cambiado mucho, ahora o pagas habitación a 120$ o te vas al camping, como supondréis elegimos camping. El Lodge, está fatal pensado, una pasarela de madera recorre todo el entorno y para dar cierta intimidad a las habitaciones lo cierran con una empalizada de madera: agobiante.

Fuimos al water-hole, (charca). En cada hotel hay una desde donde puedes observar a los animales cuando van a beber. Tuvimos suerte, cuando llegamos había cinco enormes elefantes bebiendo. Además, alguna jirafa un poco alejada y después aparecieron un montón de ñus al galope pero, como están zumbados, poco antes de llegar hicieron un giro y se largaron.

La puesta de sol estupenda, como suele ser habitual.

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