viernes, 16 de julio de 2010

Cañonero 11


8-7-2010 Kande Beach-Lilongwe

He perdido mi libretilla con las notas que voy escribiendo por el camino. A sido un drama ya que como tengo una memoria desastrosa me cuesta recordar un montón de cosas, pero lo intentaré.
La carretera no estuvo mal y no nos molestaron con controles de policía. Llegamos poco antes de la hora de la comida al Golf Club, lugar donde antaño acampaba Adinda. Al contrario de los días anteriores, aquí estábamos solos, en un jardín próximo a la pista de golf. Además de que es un sitio bonito y tranquilo tiene la ventaja de que puedes utilizar todos los servicios del club, como si fueras socio. Desde aquí, conseguí enviar las últimas entradas al blog y con bastante facilidad. Te venden una tarjeta con una contraseña para tener acceso con Wi-Fi a Internet y funcionó muy bien. Conseguimos en una hora lo que no pudimos en los dos días anteriores. Después de la sobremesa, nos fuimos al centro de la ciudad. Es pequeña pero con avenidas (2) amplias y despejadas y sobre todo sin tráfico. Javi y Pepe se fueron a la búsqueda y captura de un mecánico, ya que P. aún no estaba satisfecho con el motor. Se fue a las afueras de la ciudad intentando localizar un taller que le habían recomendado.
El resto nos fuimos a ver la artesanía que vendían a todo lo largo de la avenida principal. No fue demasiado agobiante ya que les explicamos que solo íbamos a mirar y decidir qué comprar al día siguiente.
A las seis de la tarde parecía que había caído una bomba de neutrones, se quedó todo desierto y cerraron todos los quioscos y tiendas. Nos fuimos a comprar una pizza en Pizza Inn. Aquí la comida basura es un lujazo o sea, que encima de provocarles obesidad, les cuesta una pasta (aquí vimos los primeros niños obesos del viaje). Nos fuimos al club de golf donde cenamos y luego en un salón bastante cómodo pude escribir hasta las 10h.

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